Una historia que da para hacer una película.
Se supo hace un mes, que una obra de Guaguin y otra de Bonnard, formaban parte de la decoración del hogar de un humilde obrero de la Fiat que admiraba el arte.
La historia es que estos cuadros fueron robados en 1970 de una residencia lujosa de Londres, y por razones que se desconocen estos cuadros fueron abandonados en un Tren de París a Turin, posiblemente debido a algún control de la policía, o aduanas, etc ... el caso es que acabaron como "Objetos perdidos".
Posteriormente, como objetos perdidos, fueron subastados al mejor postor, en 1975, y un empleado de la fábrica de coches se los adjudicó por 45.000 Liras de entonces, unos 23 Euros al cambio actual y los colgó tan a gusto en su cocina.
Esta persona se jubiló, se trasladó a Sicilia y los cuadros permanecieron 40 años olvidados en su domicilio.
La policía italiana vió por casualidad una foto de la cocina en la que se podían apreciar los cuadros y a partir de ahí con sofisticadas maniobras y mucho trabajo consiguieron llegar a la conclusión de que se trataban de los cuadros robados en 1970.
Un buen guionista y director de cine podría hacer de esta historia una excelente película envuelta de misteriosas historias, casualidades, anécdotas e incluso le puede dar un toque de humor.
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